Me parece sinceramente vergonzoso que en algunos telediarios del pasado lunes la noticia de apertura de los deportes fuera lo que hizo Fernando Alonso en el Gran Premio de Corea o la victoria del Real Madrid sobre el Racing de Santander y no el desfallecimiento del jugador del Salamanca Miguel García.
Sin desmerecer en absoluto los éxitos del resto de los deportistas, creo que una vida humana vale más que cualquier otra cosa y por supuesto vale más que cualquier triunfo deportivo. Aunque no seamos aficionados del club salmantino, creo que tenemos derecho a informarnos de lo que le ocurre a nuestros futbolistas en nuestros campos.
Estoy completamente segura de que si le hubiera pasado lo mismo que a Miguel García a cualquier jugador de Real Madrid o Barcelona, hubiera sido noticia de primera plana en todos los informativos, pero como ha sido un muchacho de la modesta Segunda División parece que no importa demasiado.
Afortunadamente, lo que hay que aplaudir es el trabajo de los médicos, tanto del Salamanca como del Betis, sobre el mismo terreno de juego. Ánimo a Miguel García, esperamos su pronta recuperación.
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domingo, 31 de octubre de 2010
Con `Mou´ no todo es lo que parece
A poco de empezar la segunda parte, José Mourinho se dio cuenta de que el Hércules sólo tenía la intención de defender el resuntado. Cuando algo similar ocurría en Inglaterra, al técnico portugués le gustaba retirar un defensor del terreno de juego y colocar un delantero más, como hizo ayer con Pepe y Benzema con el 1-1. José sabía que los equipos ingleses, cuando veían salir del banquillo a un ariete, se echaban atrás, no realizaban ningún cambio táctico, se encerraban en su campo y a rezar. Presas fáciles, pues. Retrasaba a Makelele o el mediocentro que tuviera ese día sobre el terreno de juego y, desde ahí, se construía el ataque del equipo. Se quedaba con tres defensores, dos mediocentros (eso siempre) y el resto... ¡a por ellos!
En Italia solía hacer algo parecido: en ocasiones sacó un lateral para poner un delantero, pero el dibujo cambiaba menos porque en la Serie A no existen equipos tan inocentes: era más un mensaje hacia los suyos (vamos a por el partido) que en busca de sorprender al rival, que también. El mejor ejemplo se produjo en los cuartos de la copa, Stamford Bridge, ante el Tottenham. El Chelsea perdía 3-1. Con 1-2 sustitutó al lateral Ferreira por el extremo Wright-Phillips; con 1-3, puso al defensor Boulahrouz por el centrocampista Diarra y al delantero Kalou por el lateral Cole. El partido finalizó 3-3 y el Chelsea pasó en la repetición. Anoche, después de darle la vuelta al marcador, sacó a dos defensores. Pero, como hemos visto, no todo es lo que parece.
En Italia solía hacer algo parecido: en ocasiones sacó un lateral para poner un delantero, pero el dibujo cambiaba menos porque en la Serie A no existen equipos tan inocentes: era más un mensaje hacia los suyos (vamos a por el partido) que en busca de sorprender al rival, que también. El mejor ejemplo se produjo en los cuartos de la copa, Stamford Bridge, ante el Tottenham. El Chelsea perdía 3-1. Con 1-2 sustitutó al lateral Ferreira por el extremo Wright-Phillips; con 1-3, puso al defensor Boulahrouz por el centrocampista Diarra y al delantero Kalou por el lateral Cole. El partido finalizó 3-3 y el Chelsea pasó en la repetición. Anoche, después de darle la vuelta al marcador, sacó a dos defensores. Pero, como hemos visto, no todo es lo que parece.
Benzema dio el arreón
Hubo toque de corneta en el inicio del segundo tiempo y al frente se puso Di María. Pero la explosión llegó en las botas de Benzema. Sabíamos que el equipo había hecho piña en torno a él por las críticas recibidas. También ayudó que Mourinho le pusiera a calentar tras el descanso. Era como si todos se hubieran conjurado para resucitar al presunto muerto. Y el muerto lanceó con saña en dos ocasiones. Lo de menos era si goleaba o hacía golear. Lo importante es que demostró ser uno más en el grupo de los elegidos. Sus acciones no fueron las de un suplente. Cuando encuentre pause en sus arrancadas puede resultar letal.
La precipitació le lleva a no mirar a derecha e izquierda. Pero la velocidad tirando el desmarque y la contundencia cuando encuentra un balón en el área, no se pierden de un día para otro. Lo mejor fue al final. El cariño de sus compañeros y la complicidad de Mou, demuestran que Karim no es ningún bulto sospechoso.
La precipitació le lleva a no mirar a derecha e izquierda. Pero la velocidad tirando el desmarque y la contundencia cuando encuentra un balón en el área, no se pierden de un día para otro. Lo mejor fue al final. El cariño de sus compañeros y la complicidad de Mou, demuestran que Karim no es ningún bulto sospechoso.
De oficio, depredador
En sólo dos meses, David Trezeguet ya ha dejado claro que Alicante no será su retiro dorado. Al menos, de momento. Desde Kempes, el Hércules no contaba con un depredador así. Su oficio es el gol y devora porteros como el que va por la mañana a la oficina. Era un partido grande, de los que él está acostumbrado a jugar. Y teniendo delante al Madrid, no podía Fallar a su cita con el gol. Lo hizo a lo grande, clavando un testarazo por la misma escuadra. Casillas sólo pudo mirar.
Durante 45 minutos hizo soñar a toda una ciudad que se ilusionó con tumbar en sólo dos meses a los dos grandes del fútbol español. Al final, le faltó fuelle y Esteban le sacó para dejar a otro crack, Valdez, en punta de ataque. Pero todo se torció ahí. Fallo de Calatayud, lesión del león guaraní y segundo de Cristiano, con celebración de mal gusto incluida. Demasiados golpes para un equipo ya justito de energía. Una pena, pero ahora empieza la Liga del Hércules. Y con Drenthe será otra cosa.
Durante 45 minutos hizo soñar a toda una ciudad que se ilusionó con tumbar en sólo dos meses a los dos grandes del fútbol español. Al final, le faltó fuelle y Esteban le sacó para dejar a otro crack, Valdez, en punta de ataque. Pero todo se torció ahí. Fallo de Calatayud, lesión del león guaraní y segundo de Cristiano, con celebración de mal gusto incluida. Demasiados golpes para un equipo ya justito de energía. Una pena, pero ahora empieza la Liga del Hércules. Y con Drenthe será otra cosa.
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